lunes, 24 de octubre de 2011

Capítulo 3

     Mason estaba empezando a sentirse feliz otra vez. No sabía exactamente porque, pero en su interior algo le decía que era pura felicidad.

     Las veces se había topado con Jade y él le sonreía y ella le devolvía la sonrisa... Ella se miraba... Tan... Linda...

     Esa mañana no quería quedarse en su clase, prefirió dejar sus cosas y salir a dar una vuelta, necesitaba aclarar su mente. Sus amigos iban a seguirlo, pero él los sentó con una mirada.

     Salió a sentarse al mismo banco de la vez que habló a solas con ella. Él se sentó y recordó cuando Jade entró en la clase y habló, su voz era como la seda, suave y firme, una combinación perfecta. Luego recordó la vez que a vio soltar una lágrima. Con esa lágrima él sintió la necesidad de abrazarle, limpiarle la lágrima de su hermoso rostro y susurrarle al oído que todo iba a estar bien. Después recordó cuando ella  rechazó con sus duras palabras.

     Entonces como un relámpago le llegó la imagen de ella sonriéndole y mirándolo de forma desafiante, él casi se desmayó cuando sintió su mirada tan real. Pero se mantuvo firme, sóo cerro sus ojos y se aferró a la banca. En eso sintió como una mano le tocaba el hombro.

     Cuando abrió los ojos, vio frente a su cara unos ojos oscuros con unas pestañas espesas y una sonrisa de ángel. Volvió a cerrar los ojos. Se sentía más mareado.

      Ella con una voz tierna y atenta le preguntó:
-¿Estás bien?
-Sí,sí, estoy bien, sóo un poco mareado...
-Creo que te ves pálido -dijo mientras miraba el rostro de Mason atentamente- ¿No quieres un caramelo?
-Ah... Pues...

     Antes de que é terminara la frase ella le tendió la mano con un dulce de menta en ella.
-Mi aliento está bien... -dijo Mason mientras miraba el dulce.
-Jajajaja ¡Tonto! Es para la presión... Cuando te baja la presión debe comerte un caramelo, o algo dulce...
-Aah... Entonces sí...

     Ella sólo agachó su cabeza y rió por lo bajo. Se sentó junto a él.
-¿No que no querías juntarte conmigo? -le dijo Mason a Jade
-Si quieres me voy... -ella se levantó pero él la sujetó por el brazo.
-No... -dijo en en tono suave- No te vayas.
-Claro... -Jade se volvio a sentar junto a Mason- Además solo estamos hablando ¿no?
-Eso funciona para mí...

     Mason la volteó a ver y ella le sonrió... Ella le devolvió una sonrisa dulce... Y sincera. Ella volvió la cabeza...
-Dime una cosa... -le preguntó Mason
-Mjm...
-¿Porqué el primer día de clase me dijiste que no te pusiera el pie?
-Porque de verdad puedes salir lastimado...
-¿Cómo? -él se acercó más a ella y se sorprendió al ver que ella no se apartó

     Jade suspiró profundamente, como si intentara reunir fuerzas.
-Bueno, es que el año pasaso, había un niño que le encantaba meter el pie, y yo era la única que no caía. Entonces se empeñó en hacérmelo a mi... Hasta que un día me harté, porque yo iba caminando por el pasillo en eso apareció él, y me puso el pie, yo lo pise, se adelantó y me volvió a poner el pie... Yo me harté, y al ver que  me volvía a poner el pie... Se me nubló todo de la ira... Entonces lo pisé tan duro... Que le rompí el pie... Pasó dos meses con el yeso, pero se lo quitaron mucho tiempo después al ver que no le curaba. Pasó casi el resto del añocon una tobillera y en ocasiones tenía que usar un inmovilizador para que no le pasara nada más...
-¡Wow! Sí que eres fuerte... -Mason observó los pies de Jade, se miraban livianos y pequeños- No pareciera que eres tan fuerte...
-Sí lo sé... Pero te digo que fue un momento de furia ciega... Aún así me siento mal... Hay mucho que no sabes de mí... Y créeme que no quieres saberlo...

     Mason observab atentamente a Jade mientras hablaba. Ella movía sus pies distraídamente y al mismo tiempo nerviosamente de un lado a otro.
-¿Me puedes responder otra pregunta? -le dijo Mason
-¿Tengo otra opción? -Mason rió levemente y la miro a los ojos
-¿Porqué te acercaste a mi ahorita?
-Es que te vi aferrándote a la banca... Y con los ojos cerrados. Pensé que te sentías mal y me acerqué...
-Ah... Gracias ya me siento mejor...

     Mason le regaló una sonrisa sincera y Jade se la devolvió. Regresaron juntos a la clase... En silencio, pero no era un silencio incómodo. Simplemente era muy agradable. Y cada vez que se topaban sus brazos se sonreían.

     La verdadera Jade estaba empezando a surgir. Peroe ella no lo notaba. Estaba demasiado feliz para notarlo... Mason estaba igualmente feliz... Y entonces supo que Jade  era la causa de su alegría...

     Ese día fue el mejor que Jade había tenido. Ignoró los comentarios acerca de ella y de Mason (de que llegaron juntos a la clase). Durante el recreo Jade y sus amigas se sentaron en el patio para disfrutar del sol. Ese día les tocaba física (era jueves). Mientras se sentaban en una banca los hombres se acercaron a la cancha. Y ellas estaban en el lugar perfecto para verlos jugar.

     Mason se sentía satisfecho... Era un día genial, se sentía bien al saber que e preocupaba a Jade. Estaba jugando fútbol con sus compañeros; después del recreo también tenían física así podían jugar todo el recreo. A fin de patear mejor la pelota se arremangó el pantalón, dejando al descubierto de sus rodillas para abajo. Al tocar el timbre la mayoría se empezó a ir poco a poco y sólo que dé la clase de Mason. Las niñas se sentaron a la orilla de la cnacha y contemplaron jugar a los niños.

     Las niñas dejaban escapar un suspiro cuando Mason pasaba como un rayo corriendo tras la pelota. Pero Mason ni siquiera las estaba viendo, nile importaba si las empujaba.

     Jade por su lado no dejaba de admirarse por Mason. Contemplaba sus piernas perfectamente cinceladas y cada vez que pisaba el suelo daba la impresión de ser un león. Se miraba tan elegante a correr, de una manera tan ágil y con aire de fiera. Para las demás niñas Mason pasaba como un rayo junto a ellas, pero Jade lo sentía en cámara lenta y admiraba sus piernas con sumo deleite.

     Cinco miutos después de que tocaron el timbre, llego el profesor y se dirigió a la banca donde dejaba sus cosas; en ese preciso instante. Chris, el amigo de Mason, tropezó y se dobló el pie. Él cayó al suelo y lanzó un grito de dolor. Jade supo porque gritó, fue el mismo grito que escuchó cuando le rompió el pie al niño.

     Ella se levantó como un resorte y salió corriendo hacia donde él estaba. Vio su pie, y al levantarle el pantalón vio que estaba inflamado. Rápidamente todos hicieron un círculo alrededor de él. Jade se paró y al primer niño que estaba a la par, ella le dijo:
-¡Ve por el profe, dile que se rompió el pie!

     Él niño salió corriendo, ella al darse la vuelta todos estaban rodeando a Chris. Entonces ella les habó con voz fuerte:
-¡Apártense! ¡Déjenlo respirar!

     Todos lo hicieron en el acto, excepto Mason que le estaba sujetando el brazo y trataba de calmarlo. Ella se enterneció al ver como Mason sujetaba fuertemente a Chris por su brazo y le hablaba bajo; para que sólo él lo escuchara...

     El profesor llegó y en ese instante a ambulancia entró al patio. Los paramédicos llegaron corriendo al patio y se llevaron a Chris. Mason quería irse con él, pero no lo dejaron.

     El profesor lo calmó antes de que se cerrara la puerta de la ambulancia. Le dijo que sólo era el pie, no había necesidad de que o acompañaran ya que sólo tenía el pie roto...

     El profesor les dijo que sigueiran jugando, que el iba ir con la directora a decirle que había pasado. Les ordenó seguir jugando.

     El equipo de Chris se quedó sin un delantero, y estaban preguntándole a las niñas si querían jugar. Jade levnató su mano y dijo:
-Yo quiero jugar...

     Ella a invitaron a ir, haciéndole señas con la mano y le indicaron donde se debía poner, se acercaron al círculo de en medio para volver a empezar el partido. Mason estaba en el equipo contrario. Ella sonrió de puro placer, al verlo justo frente a ella. El equipo de Jade empezó y se la pasaron a ella Ella sostuvo la pelota en su piey vio que el que se la había pasado ya se había adelantado. Ella pensó: "Tengo que superar a Mason". Así que empezó a correr con la pelota, al pasar junto a Mason, él le puso el pie, entonces ella saltó ágilmente con la pelota en sus pies. Le pasó la pelota al que antes se la había pasado y él hechó gol.

     El profesor llegó después de que el equipo de Jade hubiera hechado dos goles más. Pero sólo llegó el profesor y él los puso al hacer ejercicios. Mason quedó con la boca abierta. Ella durante el partido se había arremangado el pantalón, sus piernas eran delgadas pero no tanto; eran pequeñas, pero no tanto. Y a pesar de todo eso se notaba la rigidez en sus músculos. Mientras el profesor los ponía a hacer ejercicios, él podía notar como los aguantó todos sin excepción y le daba la impresión de que estaba acostumbrada a hacerlos, lo que era cierto.

     Jade se sintió bien, hicieron ejercicio y a ella le gustaron la mayoría de ejercicios que hicieron. Ella también había notado la mirada de Mason; era de curiosidad.

     Sonó el timbre, todos suspiraron aliviados. La mayoría fue por sus cosas... Lentamente. No iban a recibir Idioma, así que no llevaban prisa... La mayoría se fue, arrastrando los pies...

     Pero Mason se quedó...
     Jade también...

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